La Morera de Montsant es un pequeño municipio de 200 habitantes ubicado en el corazón del Priorat. A medio camino entre la cartuja de Escaladei y el pantano de Siurana, es un lugar estratégico donde hacer parada y fonda. En medio de las estrechas calles de piedra encontramos la Morera, uno de los tres restaurantes del pueblo. Un local discreto y escondido con una oferta gastronómica única y un proyecto familiar muy vinculado al territorio.

Un proyecto familiar

La Morera es un restaurante pequeño y familiar; pero familiar de verdad. Trabajan Txus Sánchez, responsable del proyecto, su marido, los hijos, los primos, los tíos... todo el mundo que puede va a echar una mano. Con capacidad para una cincuentena de comensales, el comedor de piedra se divide en dos alturas. Las paredes de piedra y los arcos de ladrillo guardan las mesas de madera y los diferentes utensilios de trabajo tradicionales que decoran la sala.

Ambiente del domingo Restaurant La Morera
La sala de la Morera está llena durante el servicio de domingo / Foto: Oriol Foix Duaigües

Tan pronto como llegamos, nos sentamos en la mesa y Txus nos hace cinco céntimos del proyecto: un restaurante que abrió hace 8 años, con una cocina tradicional, que recupera recetas perdidas de la comarca y con una apuesta decidida por el vino del Priorat. Uno de los palos de pajar de la Morera es el proyecto Vinos en Familia, la iniciativa ganadora de los premios Vinari de Enoturismo de este año, que consiste en la recomendación de un vino de bodegas del territorio que va rotando cada trimestre.

El restaurante es un proyecto con sentido común, sincero y respetuoso con los productos y los elaboradores del territorio

Comida tradicional

La cocina de La Morera es tradicional, pero no es la cocina de siempre. Además de estofados y guisos de toda la vida, la cocina tradicional que hacen en el restaurante también incluye recetas locales que se han ido perdiendo con el tiempo. Unos platos que quieren recuperar a través del menú de 35 € que incluye primero, segundo y postre. La oferta es siempre la misma y los productos a escoger varían en función de la temporada.

Crestas de la Figuera Restaruant La Morera
Crestas de la Figuera del restaurante la Morera / Foto: Oriol Foix Duaigües

Empezamos la comida con un vermú de cortesía y unos cortes de fuet. De primero, Txus nos recomienda unas crestas de la Figuera y una tortilla con jugo. Las crestas son unas empanadas de patata y asado que solo hacían en un restaurante del pueblo que cerró hace poco y que ahora recuperan en el menú. Por otro lado, la tortilla con jugo es un plato jugoso y reconfortante muy típico del Priorat. De segundo hacemos un estofado de ternera con avellanas, un plato con sabor de otoño, y una mejilla de ternera con vino tinto del Priorat, el plato estrella del restaurante. De postre, una exquisita coca de chocolate con helado de avellana y una crema catalana de primera. Para maridar la comida, escogemos el vino recomendado en Vinos en Familia, que este trimestre es "S de Saó del Coster", un vino tinto excelente de la D.O.Q Priorat.

Estofado de ternera Restaurant La Morera
Estofado de ternera con avellanas del restaurante la Morera / Foto: Oriol Foix Duaigües

Vinculación con el enoturismo

Además de camarera, Txus también es sumiller. Con el reconocimiento del premio Vinari de Enoturismo, la Morera es un referente para los amantes del vino en el Priorat. De hecho, el próximo fin de semana, del 22 al 24 de noviembre, tendrá lugar la primera edición de Temps de Priorat Enoturisme, una iniciativa en que la Morera es uno de los restaurantes participantes. La fiesta tendrá un programa transversal con una amplia oferta de actividades destinadas tanto a profesionales como público final, y que buscará la complicidad de todos los actores de la comarca: bodegas, molinos de aceite, restaurantes y alojamientos.

Crema catalana Restaurant La Morera
Crema catalana del restaurante la Morera / Foto: Oriol Foix Duaigües

La Morera es un restaurante excelente con una oferta singular. Hacen comidas de jueves a domingo y el resto de días abren solo para encargos concretos. Txus lo explica todo con una pasión y una ilusión que se contagian. El servicio, cercano y eficiente, no se detiene nunca. El restaurante es un proyecto con sentido común, sincero y respetuoso con los productos y los elaboradores del territorio. Un rincón de Catalunya que vale mucho la pena visitar.