Arnau Muñío tiene en Direkte una barra degustación de fuerte influencia japonesa en el fondo y en las formas, y estas conviven armoniosamente con producto e ideas mediterráneas. Es difícil no sufrir una japonización total cuando te atrae la potente tradición culinaria del país nipón, pero Muñío lo consigue sin caer en folklorismos, y eso lo hace grande.

Restaurante Direkte: un espacio minúsculo, pero un talento enorme

El espacio, pequeño (con una terraza también pequeña), próximamente crecerá en otra ubicación, en el Eixample. Aquí, en los pórticos de La Boqueria, en la calle de las Cabres, Muñío y su equipo han sido el centro de atención del turista que simplifica demasiado y ve el mercado como centro neurálgico de la gastronomía de la capital, aunque, desgraciadamente, ya no sea un referente. En general, los mercados van por mal camino y somos responsables todos juntos desde el momento que decidimos anteponer el supermercado al mercado del pueblo. Pero volvemos al restaurante.

Calamar y judía verde / Foto: Rosa Molinero Trias

Direkte no es un restaurante para el turista. O sí. En todo caso, es para el turista y para el no turista. Es un gran restaurante metido en un rincón minúsculo, donde se cuecen grandes platos y un concepto enorme que ha sabido seducir también a los clientes locales sedientos de una cocina fina, finísima, que conjuga lo mejor de aquí y de allí con una sensibilidad inusitada y a un precio muy razonable.

Alcachofa y trufa / Foto: Rosa Molinero Trias

La delicadeza de la que hablo se refleja, especialmente, en platos como las vieiras con miso y camagrisos encurtidos, los guisantes con salicornia y hoja de ostra o la alcachofa con trufa y flor de cerezo, pero se entrevé en todo el menú, sea el menú Direkte (7 platos y dos postres, por 72 €) o el menú Boqueria (10 platos y dos postres, por 86 €).

Langostino con trompetas / Foto: Rosa Molinero Trias

Ahora bien, ser delicado y sensible no entra en detrimento de evocar potencia: aquí, la cocina, como no podía ser de una manera, es directa (y en directo), en el sentido que tiene una dirección muy determinada, que es la del sabor intenso y expansivo, sea en los aromas vegetales o en los caldos llenos de sabor.

Ostra con jugo de capipota y cacahuetes en OCCO / Foto: Rosa Molinero Trias

Para los amantes del mar y montaña, en Direkte está presente casi por todas partes: los productos del mar se mezclan con frutas, como a la sardina con caqui, con frutos secos, como el atún con crema de piñones o a la controvertida la ostra con jugo de capipota y cacahuetes cocinados en OCCO hasta conseguir una textura mantecosa, o con setas, en temporada.

Helado con boniato / Foto: Rosa Molinero Trias

El pastel de queso de matcha, icónico en la casa, ha generado un mar de fans que sueñan con él varias veces en el mes, pero no le tiene nada que envidiar el helado con boniato, sutil y mesurado, en consonancia con el resto de la oferta.