Barcelona se presenta como una ciudad con una excepcional escena culinaria, donde se ofrece cada día de la semana la opción de ir a infinitos restaurantes diferentes que acogen tesoros gastronómicos de cualquier índole. De hecho, cuando te sorprenden después de haberte chocado con mil y una cosas versionadas, es de buen recibir. Y este fue mi caso cuando el lunes paseaba por la zona de Gràcia y me crucé con una combinación delicada oriental-catalana. Un sushi japonés con la autenticidad de la cocina catalana, así se puede definir la esencia del restaurante Nomo.
Restaurante Nomo: mezcla catalano-japonesa icónica
El restaurante Nomo, situado en el corazón de la ciudad, ofrece una experiencia culinaria que deleita tanto a los amantes de la tradición nipona como a los seguidores de la cocina local. Al entrar en el restaurante, los comensales son recibidos por un ambiente que fusiona la elegancia minimalista japonesa con la calidez mediterránea catalana. Los detalles decorativos, seleccionados con cuidado, crean una atmósfera acogedora y sofisticada, perfecta para disfrutar de una experiencia gastronómica única.
El menú del restaurante es una obra maestra de fusión culinaria. No propiamente en el plato, sino en la descripción de la carta, ya que puedes encontrar comensales apasionados por la cocina japonesa, pero al mismo tiempo el clásico cliente que quiere cenar aquello característico de la cocina catalana, un buen entrecot y aquello que no se marche más allá de las fronteras catalanas.
La temporada estival se disfruta con nuevos sabores en Nomo, donde el chef Naoyuki Haginoya, director gastronómico del grupo, rinde homenaje a la cocina nipona con una propuesta en que reinterpreta el recetario japonés con productos locales. El resultado son elaboraciones que siguen las técnicas japonesas tradicionales y con que el cocinero saca su lado más personal que ya se pueden disfrutar en los diferentes restaurantes Nomo en Barcelona, la Costa Brava y Madrid.
De hecho, el que visito yo es el de Gràcia, el primer local de la historia de Nomo, donde resalta el ambiente cosmopolita, moderno y acogedor, con elementos que ofrecen calidez como el acero oxidado y la madera, para aquel que quiere hacer uno fugaz, pero intenso viaje a la gastronomía nipona.
Entre los platos que Nomo propone destacan entrantes como el karaage de gamba de cristal con salsa Kimuchi o la gyoza de butifarra con verduras. También platos principales como el canelón crujiente de guiso de jabalí con mochi de patata o el bacalao negro en el miso saiko gratinado con miso de mango y yuzu. Es esta esencia catalana y mediterránea que se entrelaza con la cocina japonesa. El arroz frito con anguila del Delta del Ebre, setas y trompetas de la muerte es un ejemplo más.
Por cierto, que para pedir los platos es original y divertido el panel de más de cien números con el que preguntas qué quieres para comer: un 4, un 63, un 97, dos 51... y hasta que alguien cante "Bingo". De aquí la broma de volverse ludópata y es que es bien divertida esta manera de escoger los platos para la comida. ¿No sabes qué quieres? Tira los dados y a ver qué número toca y que la suerte escoja para ti.
Naoyuki suelta su pasión por el sushi y apuesta por nuevas piezas como el spicy salmón rollo, un futomaki de salmón picante con pepino, o el magur tataki kimuchi rollo, un uramaki de tataki de atún con pepino, salsa kimuchi, mayonesa japonesa y cebolla tierna.
Para ofrecer una experiencia más completa, la carta dulce de Nomo se amplía con nuevas delicias como el pastel de queso más icónico y esponjoso de la cocina japonesa, el pastel de tres texturas de chocolate, compuesto por bizcocho, crema mousse y un crumble de chocolate con fresas, el brioche caliente con helado de biruji y frutos rojos o el brioche caliente con helado de dulce de leche al estilo porteño con chocolate, además de helados y sorbetes de diferentes sabores. En Nomo los detalles marcan la diferencia y la nueva carta es un reflejo de la pasión y la inquietud de su chef Naoyuki Haginoya, siempre abriendo caminos e imaginando nuevas texturas.
17 años de recorrido consolidado
Desde su primera apertura en el 2007, en el barrio de Gracia, Nomo ha forjado su presencia en el mundo gastronómico en el ámbito nacional hasta llegar a los siete locales entre Barcelona, Girona y Costa Brava, además un reparto a domicilio propio y de calidad: Nomomoto. Nomo nació con la ambición de importar a Catalunya los sabores auténticos de la cocina nipona, creando un restaurante japonés moderno y cosmopolita que hoy día se ha convertido en un lugar de referencia.