Contra la caterva impasible de argentinos monolingües y votantes de Milei que se han instalado a Barcelona en los últimos tiempos, contra la plaga horripilante de franquicias de empanadas que abren en cada esquina en la capital catalana, el mejor antídoto solo podía ser el restaurante Laurel, que desde el 2000 es la contrapartida más suculenta y hospitalaria.

Montse, el alma del local, comanda y trastea sin cesar: solo son las seis de la tarde, pero el local de la calle Floridablanca, ante los cines, ya está lleno a tope. Ya son muchos años que llegó desde Buenos Aires con Horacio y se arremangaron para levantar un restaurante que sobresale con las empanadas y que desde el principio ya estuvo vinculado a la escena musical de la ciudad: "A Horacio le gustaba mucho el jazz y el Laurel enseguida se convirtió en un lugar de encuentro de la escena barcelonesa, con músicos de renombre como Horacio Fumero, Elba Picó, David Xirgu, Gorka Benítez o la familia Villavecchia, que no tardaron, a hacerse habituales y amigos".

Aquí no hay nada que no hagan ellos, todo es casero, las masas, las salsas, los postres: todo. Y se nota, se nota en el primer bocado, y ataques lo que ataques, la afición será inmediata. De las empanadas, que van a unos 3 €, mi preferida es la Elba, en homenaje a la cantante de tango que vivió en la ciudad: de chorizo criollo (ternera y cerdo), vino tinto y salsa criolla (pimiento verde, pimiento rojo y cebolla). La Monk (por Thelonious, claro está), también es impresionante: de osobuco con cebolla, apio, zanahoria, rúcula y vino malbec. Una de las más pedidas es la Negrita, que lleva tinta de sepia a la masa y al relleno lleva sepia, tomate, mozzarella y albahaca. Si sois vegetarianos, la Mimí os encantará: de manzanas, shitake, queso de cabra, cebolla y almendras.

Empanadas en el Laurel / Foto: Martí Sales

La pizza la hacen a la americana, gruesa —"no tanto", me dice Montse, "de media masa", y cuesta 12 €. Ofrecen una gran variedad de milanesas —trozos gigantes de carne rebozada con coletillas tan ligeras como salsa de tomate, huevos o queso—, a 14 €. De martes a jueves tienen una gran oferta: por solo 13 € tres empanadas, ensalada y bebida.

El año que viene hará 25 años y lo quieren celebrar con un buen concierto, de los que hacían antes de la pandemia y que muriera Horacio: "Ahora que hemos levantado un poco la cabeza, nos hace mucha ilusión invitar a los amigos y celebrarlo: lo haremos al Jazzsí, que también está renaciendo gracias al grupo que llevaba el Milano". A cuánta gente nos hemos cobijado en el Laurel, acogidos por sus paredes rojas —con dibujos del Elenio Pico—, cuidados por la ternura de Montse y Horacio. ¡Cuántas buenas conversaciones delante de sus platos, cuántos proyectos y amores han nacido! Y los que nacerán.