La vida es un camino lleno de interrogantes en el cual algunas preguntas resuenan más que otras. Hay preguntas retóricas, como por ejemplo "¿Deseará usted otra copa más?. Hay otras, en cambio, que permiten hacer una profunda reflexión cada mañana, como aquella pintada de Grillart que se puede leer en la C-16 y que dice "Vives o esperas"?. ¿Sin embargo, ninguna pregunta en la vida hace tambalear tanto los cimientos de la propia existencia como aquel momento en el cual, de forma casi inesperada, tu pareja te dice por primera vez "Y pues, ¿qué te parece si el domingo comemos en casa de mis padres y así te conocen"?
Ir por primera vez a casa los suegros es una liturgia que tiene algo de ancestral y casi aristocrático, incluso cuando la comida en cuestión es en un camping y con el suegro vistiendo camiseta imperio bajo un parasol. El acto en cuestión es muy ancien régime, sea donde sea y sea como sea, ya que el primer contacto con los padres de la persona a quien amas está siempre lleno de nervios, dudas, sonrisas impostadas y la rigidez típica de aquellos momentos en los que un apuntador escondido bajo la mesa nos haría la vida más sencilla. ¿Con pendientes o sin ellos? ¿Con mucho maquillaje o al natural? ¿Ropa de deporte o camisa de color azul cielo? ¿De entrada, les hablo de ti o de Usted? Y sobretodo, ¿políticamente me muestro gris entre grises, o dejo claro de qué pie calzo?
Como conocer a los suegros es una misión tensa y a menudo más complicada que ir a un bar guay de Barcelona y encontrar vinos a copas de la Terra Alta o el Penedès en vez de verdejitos fresquitos o riojas a 4€ la copa cuando la botella vale 4'25€ en el supermercado de la esquina, hoy en la Bodega de ElNacional nuestra sumiller Meritxell Falgueras nos propone tres vinos de categoría para caer con gracia a los suegros y empezar con buen pie una relación que, ojalá, todas las partes deseamos que sea tan duradera como un buen vino de larga crianza.
Purgatori 2016
Familia Torres
D.O. Costers del Segre
Cariñena, Sirah y Garnacha Negra
Alrededor de 25€
Hechas las presentaciones y una vez sentados en la mesa, la cuestión es decir "He traído este vino" y, con la más absoluta naturalidad, mientras te ofreces a servir las copas, explicar que a mediados del siglo XVIII los monjes de la abadía de Montserrat eran enviados como penitencia por los pecados cometidos a la finca de los Desterrados con un objetivo: trabajar la tierra y proveer la diócesis de alimentos. A pesar de aquel clima extremo y duro, los monjes consiguieron crear un vino superior que almacenaban en grandes barricas de roble, pero cada noche alguna bota desaparecía de la bodega: la leyenda dice que no eran los monjes quienes las robaban, sin embargo, sino los ángeles, que se llevaban aquel bien de Dios hacia el cielo. Una vez hecha esta explicación, está científicamente comprobado que los padres de tu pareja te mirarán con otros ojos, pero si además les hablas que este vino de Familia Torres tiene entre 16 y 18 meses de crianza y más de veinte meses de reposo en botella, comprenderán por qué es un vino maduro, intenso y profundo. Aromas de arándanos, finas notas ahumadas y un toque mineral inconfundible. Un vino que se denomina Purgatorio pero te traslada al Paraíso, vaya.
San Cristoforo Petit Verdot 2015
Podere San Cristoforo
I.G.T. Toscana
100% Petit Verdot
Entre 32€ y 36€
En un primer contacto con los suegros la comunicación no verbal es tan importante como la verbal, ya que importa más aquello que haces que aquello que dices, por eso plantarse en su casa por primera vez con un vino italiano bajo el brazo es toda una declaración de intenciones: elegancia, sensibilidad y conocimiento. Este monovarietal de petit verdot es fruto de unas viñas trabajadas de manera biodinámica, en la Maremma Toscana, junto al Mediterráneo y rodeadas de campos de trigo, olivos y alcornoques, por eso es un vino que expresa autenticidad desde el primer momento: contiene una fuerte presencia de fruta y unas notas perfumadas frescas y muy mediterráneas. Si después de haber empezado la botella tus suegros todavía no entienden por qué has llevado un vino del otro lado del Mediterráneo en vez de una botella de la cooperativa del lado de casa, siempre te queda la opción del naming para argumentar tu decisión, aunque sea un poco hortera: el amor entre dos personas es emprender el viaje más largo y apasionando de la vida, por eso no está de más celebrarlo con la bendición de Sant Cristòfor, patrón de los viajes, ni que sea haciendo un brindis.
Valbuena 5º 2015
Vega Sicilia
D.O. Ribera del Duero
Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon
Alrededor de 115€
Da igual si eres más culé que el escudo del Barça y el perro de los padres de tu pareja se llama Tamudito porque en aquella casa son tan pericos que sólo te dan berberechos Dani para comer. Da igual si llevas una chapa de la CUP en la solapa de la chaqueta y a media comida se habla de política y te das cuenta de que tus suegros votaron a Inés Arrimadas en las elecciones del 155, el año 2017. Da igual, incluso, que a media comida digas que te dan pereza los fans de Bruce Springsteen y el padre de tu pareja confiese que ya tiene billetes para ir a Berlín y Roma ya que quiere seguir toda la nueva gira europea del Boss este próximo verano. De veras, da igual todo. Cualquier patinazo es leve si traes este vinazo a mesa con una crianza de 5 años en la espalda y unos aromas de fruta roja y madera llenas de savoir faire, ya que aparecer con este vino es más elegante y refinado que vestirse de veintiún botones. Un vino único, inolvidable y capaz de construir puentes inimaginables y dinamitar todos los miedos existentes antes de una comida con los suegros, tanto los de los novios como los de ellos, ya que conocer a los padres de la persona que te enamora con un Valbuena 5º año es asegurarse, sin ningún tipo de duda, de que todo irá bien, por los siglos de los siglos, amén.