El vino lo compramos, lo abrimos y nos lo bebemos. Desde la tienda hasta la mesa, nuestro contacto con el vino suele incluir solo su última etapa. Pero detrás de cada botella o copa que disfrutamos hay un trabajo ingente que es invisible, pero que hay que conocer para saber apreciar todos los matices del vino cuando tomamos una copa. Todos sabemos que el vino viene de la viña, pero cómo se cuidan las cepas, dónde se elabora el vino y qué variedades se necesitan para conseguir el resultado que la bodega desea, son preguntas un poco más complicadas y que hoy nos proponemos resolver aquí. En el capítulo de esta semana, a sommelier de El Celler de La Gourmeteria, Carla Viladric, acompañado a pie de viña del enólogo Martí Torrallardona, nos enseñan cuál es el origen del vino.

 

El inicio de un proyecto

Antes de ponerte a hacer vino, necesitas un proyecto, una bodega y unos recursos. Lo más importante de todo, sin embargo, es la viña. Sin cepas no hay uva, y sin uva no hay vino. Esta semana nos acompaña el enólogo Martí Torrallardona, un joven emprendedor que hace unos años inició su propio proyecto de vino, La Fita. Ubicada en Sant Jaume Sesoliveres (Anoia), la viña de Martí produce uva que madura en diferentes recipientes. Uno de sus preferidos es la damajuana, un recipiente de vidrio. El vidrio es un material transparente, y por lo tanto, tal como dice Martí, es un material sincero. Además, como no es poroso, permite que el vino se oxide menos y tiene una crianza muy parecida a la que tendría en botella.

La viña, antes de que la cogiera Martí, pertenecía a sus abuelos. Él quiso recuperar el oficio en honor a la familia y para mantener una tradición muy arraigada al territorio

Damos un paseo por la viña de Martí. / Foto: C.V

Variedad de viña vieja

El Macabeo es una de las variedades que cultiva Martí. Es una variedad de uva tímida que crece en una viña vieja de los años 80. La viña, antes de que la cogiera Martí, pertenecía a sus abuelos. Él quiso recuperar el oficio en honor a la familia y para mantener una tradición muy arraigada al territorio. De hecho, los vinos que hacen en La Fita son de mínima intervención para cuidar al máximo el paisaje.

El método que utiliza Martí para tutorizar las cepas es el emparrado de pobre

El método que utiliza Martí para tutorizar las cepas (es decir, para guiar su crecimiento) es el emparrado de pobre. Es un sistema de conducción de un solo cable que permite que el trabajo de recogida de la uva a máquina sea más fácil. Un método diferente del que utiliza en una de las viñas jóvenes, con un tutor (palo metálico) cada ciertas cepas.