El tinto de verano es una de las bebidas más representativas y refrescantes a Catalunya y al conjunto del Estado durante la temporada estival. Una mezcla sencilla, pero deliciosa, de vino tinto y gaseosa (normalmente con un toque de limón) que se sirve bien fría y se convierte en el acompañamiento perfecto para combatir el calor. Esta semana la sumiller de El Celler de La Gourmeteria, Carla Viladric, nos descubre cómo hacer un tinto de verano en casa con un paso a paso rápido y sencillo.

 

A diferencia de la sangría, el tinto de verano es menos dulce y más ligero, cosa que lo hace ideal para cualquier momento del día. Su preparación es rápida y accesible, y su sabor es agradable y suave, cosa que lo convierte en una opción popular entre locales y turistas. Además, se suele adornar con rodajas de limón o naranja, añadiendo un toque extra de frescor y color. Sin duda, el negro de verano es sinónimo de verano español, de reuniones exteriores y de la alegría de compartir buenos momentos con amigos y familiares. "Salimos de la rutina de irlo a comprar en el supermercado de casa y descubrimos cómo hacerlo en casa", nos aventura Viladric.

Hacer a un tinto de verano en casa

Lo primero que haremos es añadir a nuestra copa con un par de cubitos, un chorrito de nuestro licor de confianza. "De esta manera lo que hacemos es dotar de más complejidad y estructura nuestro tinto de verano desde un punto de vista aromático", explica el sumiller. Necesitamos escoger un vino tinto y el ideal es que sea "joven, con frutas rojas y frutas negras y bien marcadas."

Hacer un tinto de verano en casa es muy sencillo / Foto: Carla Viladric

Uno de los dilemas a la hora de hacer esta receta nos llega a la hora de seleccionar las burbujas, es decir, la gaseosa. "Podemos escoger una gaseosa sin saborizar o bien una gaseosa con toques gustativos anaranjados", muestra. El sumiller escoge la segunda opción para realzar más todavía el carácter aromático de la bebida. Y, finalmente, la presencia de los cítricos que nos ayudan a equilibrar, gracias a su acidez, la dulzura del cóctel. ¡Cortamos en rodajas una naranja y un limón y cabe dentro de la copa o el vaso! Un último consejo secreto que marca la diferencia es el de pelar el limón y coger un trocito de la piel y restregarlo por la parte superior de la copa donde ponemos los labios.