Después de unos meses de inactividad, El Celler de La Gourmeteria renace con más fuerza que nunca. Todo empezó con compañeras de profesión de alto nivel como Meritxell Falgueras y Carla Viladric. En esta nueva aventura intentaremos estar a la altura, ofreciendo calidad en el contenido y un lenguaje directo y sencillo, apto para todos los públicos. En este primer capítulo de «De vinos con Laura», siempre en colaboración editorial con cupatges.cat, me apetece presentarme y explicaros alguna cosa sobre mí. Soy publicista y sumiller, y me dedico a la comunicación y a la divulgación del vino. Me siento muy afortunada de poder estar, a partir de ahora, semanalmente aquí hablándoos de vinos, de personas admiradas del sector, de tendencias, de noticias… En definitiva, temas interesantes y siempre todo relacionado con el apasionante mundo del vino.
Tendremos tiempo de sobra para comentar todo lo que tengo pensado, muchas ideas que, semana tras semana, irán tomando forma. Antes, sin embargo, quiero que me conozcáis un poquito a través de dos vinos que me gustan muchísimo. Los dos están elaborados con la misma variedad, garnacha blanca, pero vienen de zonas muy diferentes de Catalunya. El primero lo he traído de mi casa, de mi querido Alt Empordà. Se trata del Blanc dels Aspres, vino blanco que elabora David en su bodega Vinyes dels Aspres, situado en los pies del parque natural de la Serra de l'Albera.
Este vino enamora en las tres fases de la cata: nos seduce a la vista, con su color pálido, pero brillante y lleno de reflejos verdosos. Nos cautiva en la nariz, cuando encontramos esta mezcla de aromas que van desde el mango maduro y la piel de limón al punto de coco, brioche y manzana al horno, estos últimos procedentes de la fermentación en barrica. Finalmente, nos sorprende en el paladar, cuando encontramos un vino muy fresco y, a la vez, carnoso, estructurado y con una larga y elegante persistencia.
Los primeros dos vinos que me apetece compartir con vosotros están elaborados con la misma variedad, garnacha blanca, y son: el Blanc dels Aspres, de la DO Empordà, y el Murmuri, de la DOQ Priorat
Si hay unos vinos que no me canso nunca de beber, son los blancos de la DOQ Priorat. Por eso, el segundo vino que hoy os presento es el Murmuri, de la bodega Mas Doix, uno de mis vinos preferidos del que me gusta, sobre todo, su nariz: su intensidad aromática, el punto mineral de mina de lápiz que, solo de oler, ya te hace salivar. Es un placer para los sentidos poder tener en una copa el fruto de estas preciosas viñas viejas plantadas en laderas de pizarra, que nos regalan este vino mediterráneo honesto, sin madera, tan gastronómico y suculento. ¿Compartís gustos conmigo? ¡Os leemos los comentarios!