¿Pueden ser extravertidos, los vinos? Teniendo en cuenta que ser extrovertido es sinónimo de hablar mucho, evidentemente los vinos no son parlanchines, de acuerdo. Pero ser extrovertido también quiere decir no tener vergüenza de mostrarse tal como se es o ser muy sociable, cualidades que con un poco de imaginación sí que podemos otorgar al vino. En la recomendación vinícola de esta semana en La bodega de El Nacional, Meritxell Falgueras nos lleva dos vinos absolutamente extrovertidos, ideales para compartir con los amigos y, sobre todo, que que muestran sus características sin ningún tipo de miedo o peste|pudor.
El primero es Llegat Llopis, una malvasía de Sitges de la bodega Hospital de Sitges que te lo dice sin palabras: aromas de uva fresca, de rosas y de resonancias tropicales absolutamente irresistibles. El otro vino es Rita, una garnacha blanca de Vinyes Domènech con unas atrevidas y magníficas notas de hinojo, fruta madura y aromas de bajo bosque. Vinos extrovertidos: vinos, en definitiva, que te lo dicen todo con una sinceridad adorable.