Los prejuicios nos sirven, únicamente, para juzgar algo de forma superficial. Es por ello que me atrevo a hablar en general de los vinos franceses a través de los estereotipos de sus gentes. Porque el vino está hecho por el hombre, y todos somos hijos de nuestra madre. Y así, para poder entender de un buen sorbo la personalidad de ambos, con sus deliciosas excepciones, aquí van algunas consideraciones gustativas a tener en cuenta. Empecemos con la nariz grande de Cyrano de Bergerac, napia que nos demuestra quan importante es el aroma del vino en general, pues es su alma, y del vino galo en particular; ponlo en práctica moviendo en la copa un Côte du Rhone, un vino intenso, tánico y con un buen potencial de envejecimiento.

Dicen las malas lenguas que los franceses son chovinistas. Y es que el orgullo de ser francés está en el mismo terroir. Así que, en segundo lugar, recomendamos en mayúsculas catar un Chablis Premier Cru. Su clima fresco da vinos de cuerpo ligero o mediano, de acidez alta y notas de manzana o ciruela verde. Buenos amantes, románticos, sexis, presumidos, que les encanta seducir con besos, tres mejor que dos. De ahí la fama de Francia como la patria del glamour, del champagne. 

La nariz de Cyrano de Bergerac nos demuestra quan importante es el aroma del vino en general, pues es su alma, y del vino galo en particular

¿Conocéis la diferencia fundamental entre Borgoña y Burdeos? En Burdeos, el nombre del Chateaux es el de la marca, y en Borgoña, es una parte específica de la tierra. En Chablis puedes encontrar algunos de los chardonnays más finos del mundo, y más si son de Primeur Cru. La Côte d’Or se divide en Côte de Nuits (tintos) y Côte de Beaune (blancos), con algunos de los Pinot Noirs más elegantes del mundo. Prueba los de Fixin, Gevery Chambertin o Nuits-San-Georges, porque los de la Romanée Conti te saldrán muy caros. Côte de Chalonnaise mola, porque podéis encontrar buenos ejemplares de buena calidad-precio, y el Màconnais es una buena manera de dejar el puro Chardonnay de corgoña para probarlo en asemblaje con el aligoté. Pero antes tienes que probar el chardonnay con cuerpo del Poully-Fuissé que crece en un anfiteatro natural.

 

Para el Beaujolais siempre hay la eterna pregunta que si pertenece a Borgoña, porque a parte de que geográficamente está en el departamento del Ródano, es que no tiene nada que ver con los Pinot Noirs y Chardonnays a los que nos tiene acostumbrados la Côte d’Or. Acuérdate que el Noveau sale el tercer jueves del mes de noviembre, y que se hace con la maceración carbónica que da esos aromas a palote de fresa. Precisamente como para fermentarlo así se necesitan los racimos enteros, se hace con vendimia manual.  No lo confundas con Beaujolais Primeur que es el que sale antes del 31 de enero. Tenemos también los Crus de Beujolais, que son muy trendy en Japón: os dejo aquí el nombre de uno que te encantará: Saint Amour. 

¿Conocéis la diferencia fundamental entre Borgoña y Burdeos? En Burdeos, el nombre del Chateaux es el de la marca, y en Borgoña, es una parte específica de la tierra

Burdeos es el contrapunto de Borgoña. Si este último son parcelas pequeñas, aquí tenemos los grandes y míticos chateaux donde el Merlot y el Cabernet Sauvignon son protagonistas. El primero, más en la banda derecha de Saint-Emilion, Paullac, Pomerol; y el segundo, nunca como monovarietal, siempre como mezcla junto el Cabernet Sauvignon o el Petit Verdot. Es un ejemplo mundial de vinificación, con su importante universidad y ciudad del vino. Tiene los vinos de Sauternes, que son junto a la A.O.C. Barsac, los reyes de los vinos bien afectados por la podredumbre noble.